Antes que nada debo mencionar que México es rico en tradiciones, sobre todo en el día de muertos, cuando los recordamos con cariño, añoranza y un poco de humor, colocamos ofrendas en nuetras casas, visitamos los panteones y llenamos las tumbas de nuestros seres queridos de flores. En esto también hay variedad.
Esto es bueno, sin embargo, debemos pensar en qué va a pasar cuando nadie visite nuestras tumbas, cuando ya no respeten el hogar de nuestras osamentas, cuando el dolor de nuestra pérdida solo sea un recuerdo.
Tal vez nuestras tumbas se vean así, como la de la fotografía anterior, que data de 1897.
No olvidemos anuestros muertos para que tampoco nos olviden a nosotros.
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