La mayoría del tiempo tenemos los ojos puestos en el trabajo, las responsabilidades, el estrés y las preocupaciones de la vida cotidiana,sin saber que la respuesta está frente a nosotros, sólo basta con levantar la mirada.
No es necesario ir a lugares especializados para relajarnos. Con tan sólo respirar profundo, desconectarnos del mundo cinco minutos y mirar al cielo, eso es relajarnos y aprovechar lo que está a nuestro alrededor y que pasa sin que nosotros nos demos cuenta.
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